Las maravillas del realismo mágico

Inspiración para seguir el rumbo de la literatura.

LAURA RIVERA
Ilustración de «Cien años de soledad» por Luisa Rivera.

Hace unos meses mi hermana me prestó una gran novela rosa escrita por Laura Esquivel, publicada en 1989: Como agua para chocolate. Más tarde llegó a mi vida García Márquez y su fascinante obra literaria: Cien años de soledad, junto al resto de sus grandes obras literarias. Sólo entonces supe que todas esas historias que me cautivaban de manera especial tenían un nexo y común denominador: el realismo mágico.

¿QUÉ ES LO QUE VUELVE TAN ESPECIAL AL REALISMO MÁGICO?

La falacia es parte de la vida cotidiana. Se cuentan historias con una connotación fantástica, dones extravagantes, acontecimientos que sobrepasan los límites de lo creíble, las cuales no se explican ni se les presta excesiva atención, como si formaran parte de la vida cotidiana. Además, el destino es muy importante y se presenta como ineludible, a veces cíclico.

Los lugares son imaginarios y a la vez reales. Se suele recurrir a lugares ficticios, pero en ellos se reconocen elementos de uno o varios lugares reales y condensan referencias a diferentes periodos históricos.

El realismo mágico tiende al lenguaje poético y de este modo, da verosimilitud a los elementos irreales y fantásticos.

La belleza del lenguaje ¿más realismo o más fantasía?

La fantasía contribuye a explicar la realidad misma, enriqueciendo la cotidianidad para que adquiera sentido. Todo se ve de otro modo a través del realismo mágico: más bonito, más dramático, más intenso. La percepción de los hechos es más relevante que los hechos en sí.

EL REALISMO MÁGICO EN LA LITERATURA LATINOAMERICANA

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Gabriel García Márquez, es considerado el máximo exponente del realismo mágico en la literatura latinoamericana. Cien años de soledad, es considerada la obra más importante de habla hispana, después de Don Quijote de la Mancha​. Debido a esto, en 1982 le fue otorgado el Premio Nobel de Literatura como reconocimiento a la calidad de su narrativa.

Horacio Quiroga, Miguel Ángel Asturias, Mario Vargas Llosa, Alejo Carpentier y Jorge Luis Borges son considerados también como principales representantes del realismo mágico.

También hay autores que se han destacado dentro del Realismo Mágico con algunas obras como:

  • Aura de Carlos Fuentes.
  • Doña Flor y sus dos maridos de Jorge Amado.
  • Pedro Páramo de Juan Rulfo.
  • La casa de los espíritus de Isabel Allende.
  • Como agua para chocolate de Laura Esquivel.

El realismo mágico en la pintura

El término Realismo Mágico fue utilizado por primera vez en 1925 por el crítico de arte alemán Franz Roh, refiriéndose a la aceptación de la magia en el mundo racional del arte. Empleaban diversas técnicas que dotaban a las cosas de un significado más profundo y revelaban misterios que amenazaban la seguridad de cosas sencillas e ingenuas.

Esta corriente se identificó por una claridad fotográfica lisa que reflejaba la extrañeza de las personas en un entorno moderno. Se enfocaba en el objeto material y la existencia real de las cosas en el mundo con un contenido abiertamente irreal.

Las dos Fridas
Frida Kahlo (1939)
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Retrato del Dr. Haustein
Christian Schad (1928)

Como ejemplo, les dejo tres muestras de realismo mágico de los mejores libros de García Márquez:

  • Crónica de una muerte anunciada

En un pequeño pueblo llamado Riohacha, todos sabían que los gemelos Vicario cometerían un homicidio. La honra es la razón del asesinato de Santiago Nassar y está relacionada con el hecho de que Ángela Vicario no es virgen en el momento de su matrimonio. La fatalidad es vista como resultado de las torpezas humanas, debido a que nadie impide el asesinato y devalúa la posibilidad de simple irresponsabilidad como una explicación de la tragedia. Años después el olor de Santiago sigue afectando al pueblo.

La idea del destino como una fuerza de la cual los personajes no pueden escapar es propia del estilo y la inclusión por parte del narrador de juicios personales y de eventos que ocurren años después de que el drama se desenvuelve, parece contradecir la definición de lo que es una crónica, lo cual vuelve la redacción maravillosa.

“Plácida Linero es experta en interpretar sueños, pero hay que contárselos en ayunas”.

En serio que nunca hubo una muerte más anunciada.

  • Cien años de soledad

Una de las tantas historias de este libro es cuando Rebeca, niña venida de nadie supo dónde ni para qué, fue traída hasta la casa de la familia Buendía, llevando con ella: la peste del insomnio. Todo el pueblo fue contagiado y nadie pudo dormir por un largo periodo de tiempo. Al principio nadie cayó en pánico ya que los días eran doblemente productivos, hasta que la peste fue acompañada de otro síntoma terrible: el olvido. El pueblo de Macondo fue hundiéndose hasta perder poco a poco la memoria.

Al hacerse presentes las primeras evidencias de la amnesia, empezaron a identificar las cosas por sus nombres en trozos de papel, pero luego, con el avance inexorable de la peste, tuvieron que recurrir a la penosa tarea de colocar junto al nombre las cualidades o utilidades que significaban. Todos esperaban el momento en que aquella realidad terminara de fugarse sin remedio cuando olvidaran los valores de la letra escrita.

  • El amor en los tiempos del cólera

Esta obra es mi favorita ya que nos introduce a un mundo que se debate entre el amor y la muerte, como lo indica el título: los síntomas del amor son los mismos del cólera.

Aparenta ser una historia de amor, en cambio, narra un amor contrariado, la perseverancia de Florentino Ariza, que va contra corriente para tratar de vencer la oposición a ese inmenso amor frustrado que siente por Fermina Daza. La historia se desarrolla, de hecho, a partir de un juramento de amor y fidelidad lo suficientemente fuerte como para conservarse intacto durante toda una vida, para ser más exactos, cincuenta y tres años, siete meses, y once días.

La magia finalmente se presenta en el final, en el que continúan aquellos hechos interrumpidos por la amplia retrospección que comprenden los capítulos centrales. «Transcurrían en silencio como dos viejos esposos escaldados por la vida, más allá de las trampas de la pasión, más allá de las burlas brutales de las ilusiones y los espejismos de los desengaños: más allá del amor. El amor es el amor en cualquier tiempo y en cualquier parte, pero tanto más denso cuanto más cerca de la muerte».

El amor en los tiempos del cólera está llena de situaciones casi imposibles que hacen preguntarse al lector si la literatura se parece a la vida o si es a la inversa, y ésta imita a ese mundo literario separado por una delgada línea existente entre la ficción y la realidad.

El realismo mágico no es una expresión literaria mágica, su finalidad no es suscitar emociones, sino expresarlas, y es, sobre todas las cosas, una actitud frente a la realidad. En la vida, los elementos fantásticos sirven para captar la esencia de las emociones. Lo abstracto, el amor, la soledad y el odio, se convierte en algo palpable.

Si yo fuera un género literario, sería el realismo mágico, sin ninguna duda.

Gracias por leer. 🙂

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